El
estadio de Boca ha sido motivo de distinciones y premios de todo tipo.
Lo tenemos en el corazón todos los hinchas, los que recordamos historias de hazañas y leyendas,
lo visitan con admiración turistas de todo el mundo y también es un caso muy interesante para
el estudio de su arquitectura y de todo el trabajo de ingeniería que se realizó al momento de la construcción. La Bombonera tiene detalles tal vez poco conocidos por el público en general y que seguramente valga la pena difundirlos
Corte transversal de armaduras de refuerzo en pórtico de tres niveles
El proyecto fue encabezado por
el Ingeniero Civil José Luis Delpini, el arquitecto Victor Sulcic y el geómetra Raúl Bes. Contó con la dirección técnica de los Ingenieros Civiles Enrique Butti, Juan Briano y José Deladre. Y la empresa encargada de la construcción fue
GEOPE (Compañía General de Obras Publicas S.A.) (la misma que hizo el Obelisco, el Colegio Nacional Buenos Aires, el subte y muchas más)
Los encargados del proyecto fueron Delpini, Sulcic y Bes
Al momento de levantarse el escenario boquense
se tuvieron que considerar varias condiciones que dificultaban la obra. Por un lado,
la superficie del terreno era muy pequeña para poder colocar tribunas con capacidad mayor a 60 mil espectadores. De largo hay
187 metros y de ancho, 114 metros. Considerando que un campo de juego mide 105 por 70 y además debe haber un espacio entre el límite de la cancha y el comienzo de las gradas, sobraban menos de 80 metros de largo y unos 40 a los costados. El recurso utilizado por el ingeniero
José Luis Delpini fue hacer tres tribunas,
dejando uno de los laterales con un pequeño edificio de palcos y para una futura ampliación (que nunca llegó). También se maximizó la posibilidad de construir avanzando sobre el espacio aéreo. Y
las tres bandejas superpuestas lograron llegar a la capacidad deseada. Se consideró que debía haber visión perfecta desde cada sector y una gran cantidad de escaleras y accesos para el ingreso y egreso del público
El estadio ideal proyectado sobre el terreno disponible. Al no contarse con las dos medias manzanas sobre Del Valle Iberlucea, esa parte se deshechó
Fue tan ingenioso Delpini, que sabiendo que debia “sacrificar” uno de los lados de la Bombonera,
eligió hacer los palcos sobre el lado Este del estadio. De esa manera dejaba la menor cantidad de gente en posición incómoda, con el sol de frente, considerando que en 1940 la mayoria de los partidos se jugaban en horas de la tarde, y
los estadios no tenían iluminación artificial (de hecho Boca la tendría recién en 1953, cuando también completó la tercera bandeja)
La Bombonera tal como se inauguró en 1940. Al año siguiente se completó el 2º piso y en 1953 la tercera bandeja
Más allá del poco espacio disponible,
otro problema era la zona baja en la que el estadio se iba a levantar. El barrio de La Boca está muy cerca del río y siempre ha sufrido inundaciones. Para construir una edificación tan importante,
se necesita llegar muy profundo, porque la tierra más cercana a la superficie es “blanda” (por decirlo de manera simple), denominada por Delpini como
“fango verde boquense”. Lo primero que asoma es una capa de
5 a 5,50 metros de este fango que no servía para establecer allí los cimientos. Había que ir más profundo. Aparece luego
una pequeña capa de tosca de 25 a 70 centímetros, que tampoco servía para realizar las fundaciones. A continuación, unos
tres metros y medio de arena y tosca desmenuzada para
recién después de este estrato, encontrarse una formación toscosa de gran potencia, ideal para colocar las bases. Por lo tanto, podemos estimar que del piso hacia abajo,
La Bombonera “subterránea” mide unos 10-15 metros como mínimo (seguramente sea más, considerando que avanzaron al menos 5 metros en la última capa de tosca)
La primera bandeja sobre la calle Aristóbulo del Valle en plena edificación
Y entonces, faltaba un detalle más:
pensar en todo el peso que podría ocupar una masa de gente tal en la estructura a armarse. Las sobrecargas con las que se calculan las estructuras son los siguientes:
- Para losas de edificios o puentes con sobrecarga de “muchedumbre”,
se piensa en 300 Kg/m².
- Para sobrecarga con multitudes con efectos de impacto, saltando, efecto de resonancia,
se conjeturan 500 Kg por m².
- Para
La Bombonera, la sobrecarga de estructura se pensó en 500 kilos por metro cuadrado x 1,5 (coeficiente de seguridad del 50%).
Es decir: 750 Kg/m². Si se estiman 4 personas por m² y el peso promedio es de 75 kilos, tranquilamente
se calcularon unos 10 espectadores por m²
Una de la vigas curvas de sección variable, de uno de los pórticos
Se utilizaron
16 mil metros cúbicos de hormigón armado durante la primera etapa que se inaugura el 25 de mayo de 1940. Es decir,
palcos antiguos con torre de homenajes, primera bandeja completa y segunda bandeja parcial (faltaba el lado norte, hoy llamada Natalio Pescia que es dónde se ubica "La Doce").
Debajo de las tribunas se aprovecharon todos los espacios para hacer depósitos, oficinas, gimnasios, vestuarios y demás dependencias
Hay muy
pocos edificios en toda la ciudad de Buenos Aires construidos en esa época e incluso antes (y habría que ver en todo el país)
que generaron un desafío de tal envergadura. Uno fue el
Mercado del Abasto (ahora llamado Abasto Shopping), otro el edificio del
Correo Central (actual Centro Cultural Kirchner), uno más podría ser el
Kavanagh, frente a Plaza San Martín, también el
Ministerio de Obras Públicas y tal vez el
Palacio Barolo, todos los que
han requerido fundaciones especiales similares. Aunque
sólo el CCK tiene los cimientos profundos, por encontrarse en zona baja. Las normas de construcción de aquel entonces
eran muy estrictas. Eran Normas DIM, alemanas, en las que
se usaba más acero del que se utiliza en la actualidad, porque se desprecia la resistencia del mismo en estado plástico y requiere mayor sección de acero para una determinada solicitación.
El arquitecto Sulcic, el representante alemán del GEOPE, el Ingeniero Delpini y el geómetra Raúl Bes, junto a una de las bases de hormigón armado
Si algún día,
una persona muy equivocada pensara en tirar abajo La Bombonera, por la cantidad de hormigón con una altisima densidad de acero usados para la construcción,
le costaría muchísimo poder derribarla.
Entre 1938 y 1940 se levantó el estadio de cemento de Boca, aquí se ven las obras sobre las populares que dan a la calle Brandsen
Buenos Aires afortunadamente
no es zona sísmica, ni zona afectada por ciclones ni tifones. Sin embargo,
el día que suceda un desastre natural excepcional, de combinación de sismos, terremotos, huracanes y tifones,
quedará un solo edificio en pie en Buenos Aires. Ese será el estadio de Boca Juniors, La Bombonera.
Agradecimiento muy especial al
Ingeniero Gerardo Adaro por colaborar con la elaboración de esta nota